Buenos Aires, 17 de Junio de 1991
Caro Franco:Iracunda me pongo cada vez que llego a esta ciudad, me produce ira la actitud de la gente, el maltrato y más que nada (que le va Ud. a hacer) mi propia familia y su estúpida paquetería.
Tamaña ira no sé si me puede servir de algo, se supone que debemos aprovechar la energía de la ira y reutilizarla para realizar un acto creativo o provechoso, o sea transformarla en beneficio propio.
No hace falta aclararte que continuo el discurso del Tao, pero por si las moscas te lo aviso (como ves estoy del mejor humor cítrico).
El dilema es como realizo semejante acto de alquimia. ¡Que no daría yo por transportarme en el tiempo y presenciar cualquier discurso de Hermes Trismegisto! Mitológico origen de la filosofa hermética. O aunque más no sea tener un poco del conocimiento que manejaban sus seguidores alquimistas del medioevo.
Acaso la atmósfera creada por el espacio infinito de las catedrales de esa época única, era la que alimentaba el mecanismo de segregación de la sustancia química que genera paz interior.
Que seria más importante de hallar: la fuente de la juventud, la formula de la inmortalidad o la droga de la eterna felicidad.
Me gustaría ver un estudio comparativo de marketing, que me mostrara cual de estas industrias es la que da mas dinero.
O tal vez nada de esto importe al mundo y vivan tan solo de la muerte: armas, droga y guerra.
Cuando me entere te aviso para patentarlo y tal vez ganarnos unos mangos (un po di soldi), para después tirarnos unos meses en la Polinesia y por fin realizarte un busto en arcilla exótica, para que los habitantes del próximo milenio puedan admirarte cual hermoso dios griego.
Bueno romano, para el caso c'é lo stesso. Y tal vez sea recordada como la Fidias del S XX, para los estudiosos de S XXIII.
Bueno o malo, lindo o feo, el escribirte hace que descargue mi ira y tu recuerdo me acompaña y aplaca mi tormentoso espíritu.
Me gusta disfrutar de tu recuerdo. Amo extrañarte y sentir esta dulce añoranza bajo mi piel, estas en mí, te siento en mí... y me marea. Tu recuerdo me estremece y ya nada mas puede tocarme, la ira se desvanece, ya no esta más.
Ahí esta, esa es la respuesta: la Esperanza, la Fe y el Amor son los antagonistas de la Ira y sus únicos posibles combatientes. Y fueron ellos los inspiradores de las catedrales góticas y generadores de sus diseños sublimes.
Bueno es tiempo de volver a la boludez circundante, al aquí y ahora. Vuelvo a mi gente y me mimetizo con ellos.
Descubrí que al hacerlo y jugar el mismo juego, ya no me irrito, ya no estoy fuera de ellos sino que formo parte de ellos y pienso y actuó como ellos, sin cuestionamientos, porque sí, porque es así.
"Adonde fueres has lo que vieres”: Proverbio español, que tal vez aporte una respuesta a mis delirantes lucubraciones trasnochadas. Amadas. Saboreadas. Te quiero.
Baci
Isabella
No hay comentarios.:
Publicar un comentario