El lugar, la casa de mi tía abuela Delfina, en San Isidro. La ocasión, un sábado cualquiera, de mi tardía adolescencia, a la tarde. La compañía, mi inseparable amiga María. La bebida, gin tonic sin Gin. El tema, la inmortalidad hipotética de los bichos bolita.
María – decime algo -
Yo – algo -
María – no, algo como... diferente -
Yo – diferente -
María – no seas tonta -
Yo – ya sabes que soy tonta -
María – estúpida -
Yo – tarupida -
María – mequetrefa -
Yo – triglicefida -
María – bensodiacepina -
Yo – otorrinolarringólogo -
María – ornitorrinco -
Yo – ja, ja, habeas corpus -
María – ipso facto -
Yo – ad hoc -
María – vademécum -
Yo – animus domine -
María – amen -
Yo – no era para tanto -
María – creí que era la misa en latín -
Yo – o un programa de Menéndez con Monseñor Tirreno -
María – muy erudito -
Yo – de pito cortito -
María – me muero – riéndose – llueven enanitos... -
Yo – verdes o azules -
María – verdes los azules son Pitufos -
Yo – llueven Pitufos -
María – no, los Pitufos no llueven, crecen como hongos -
Yo – mas allá del bien y del mal -
María – mas allá de las siete colinas -
Yo – mas allá de los siete ríos -
María – mas allá de todo, oh, mas allá de todo... -
Yo – oh, abandonado... -
María – tan solo como el muelle en la laguna -
Yo – oh, abandonado -
Silencio
Yo – debe ser horrible morir como Alfonsina, ¿no? -
María – era Neruda -
Yo – ya sé pero la imagen me recordó a Alfonsina caminando hacia el mar, debía sentirse tan sola, tan abandonada, ¿no? -
María – supongo, es horrible ser tan genial y no poder disfrutarlo -
Yo – si, los genios son tristes -
María – tal vez, no quiero ser un genio -
Yo – no te preocupes que no sos un genio -
María – ah, gracias -
Yo – dígame licenciado -
María – licenciado -
Yo – gracias, muchas gracias -
María – en casa de herrero cuchillo de carnicero -
Yo – ja, en mi casa, yo -
María - ¿si? mirá que joda -
Yo – esas eran las de antes -
María – todo tiempo pasado fue mejor -
Yo – odas a la muerte de mi padre -
María – ¿de tu padre? -
Yo – no de su padre -
María – de quien ¿el padre? -
Yo – Manrique -
María – al que votaba mi abuela -
Yo – el abuelo de ese -
María – tal vez el tatarabuelo -
Yo – a la tía del tatara-tatarabuelo –
María – seguro, la que tenía bigote - y mirándome fijo dijo – ¡ella fue! -
Yo – que cosa –
María – la culpable de la muerte de María Antonieta -
Yo – no esa era la república -
María – mas bien la revolución, la república fue una farsa -
Yo – como los cagaron, ¿no? -
María - ¿a los reyes? -
Yo – si a los reyes magos -
María – belén, belén -
Yo – al pueblo -
María –que pueblo -
Yo – el francés -
María – si los re-cagaron -
Yo – como a nosotros -
María – si, también a nosotros nos cagaron... – dijo pensativa
Yo – ¿pensas en tu mama? -
María – si, ahora ya no creo que este viva -
Yo – que cagada, pero no lo creo posible -
María – sabías que la vieron en La Perla -
Yo – ¿cuando era chica en Mar del Plata? –
María – ¡ja! veraneando. En el Campo de Concentración La Perla, boluda -
Yo – ya sé, quise ponerle un poco de humor y me salió p’al culo -
María – alguien se lo contó a mi abuela -
Yo – quien, ¿sabés? -
María –no sé, uno que se apareció en la Sede -
Yo – ¿pero es de confiar? –
María – sabés que ellas los investigan hasta los huesos -
Yo – si, me imagino, debe haber cada loco -
María – bueno este era medio loco, pero por la tortura, eso dijo la abuela -
Yo – pobre tipo ¿cómo anda Abi? -
María – un poco mejor, tratando de hacerse a la idea aún, yo creo que esperaba encontrarla con vida -
Yo – ¿vos te acordas de ella? -
María – muy poco..., no se, creo que no -
Yo – que joda -
María – no sé, para mí la tía Ali es mi mamá, y la amo -
Yo – debe ser raro tener dos madres -
María – no sé, ella nunca se casó para cuidarme, para mí tuve una sola... -
Yo – que garrón -
María – supongo -
Yo – también fue una forma de mantener cerca a su hermana -
María – eso creo ¡pero a mí me ama igual! -
Yo – que dulce -
María – si, yo la quiero mucho -
Yo – si yo también la quiero mucho, ¿te acordas cuando nos hacia torrejas? -
María – si, ¡que empalagosas! -
Yo – eran buenísimas -
María – y empalagosas -
Yo – si, la cuarta era empalagosa -
María – ¡gorda! ¿te llegabas a comer cuatro? -
Yo – no creo, eran demasiado empalagosas -
María – si, empalagosísimas -
Yo – que asco, ¡quiero torrejas!
María – ¡hagámoslas! -
Yo – mucho lío -
María – si, mucho lío -
Yo – ¿otro bombón? -
María – dale, uno de licor -
Yo – no uno de marroc -
María – dátiles, eso quiero, dátiles -
Yo – vamos a la cocina, seguro que hay alguna lata en la despensa -
María – vamos -
Yo – adoro los dátiles -
María – yo también -
Yo – que bueno -
María - ¿de veras creés que Dios existe? -
Yo – claro -
María - ¿vamos a misa de siete? -
Yo – ¿habrá misa de siete aquí? -
María – supongo -
Yo – y bueno, vamos -
María – quiero romper algo -
Yo – ¿ahora? -
María – si, ¡ya! -
Yo –vamos al jardín a romper ramas secas -
María – ¡y hojas, hagamos catarsis! -
Yo – te quiero Mery -
María – yo también, Lú -
Puse una gran sonrisa
María – una gran catarsis ¡matemos las hojas secas! -
Yo – ¡reventemos babosas!
María – eso no es catarsis, es estupidez -
Yo – puede ser, pero es sano para el jardín -
María - ¿cómo vas a reventar babosas? se les pone veneno -
Yo – ¿y caracoles? esos hacen crac -
María – me dan pena los caracoles -
Yo – pero se comen las plantas -
María – y los franceses a ellos -
Yo – ¿los de la revolución? -
María – esos y los de ahora también -
Yo – que asco –
María – a mi me gustan -
Yo – no me extraña, sos un poco babosa -
María – ¡tu abuela! -
Yo – ella también -
María – ¡qué mala! -
Yo – no es joda, no sabes como mira a los potros por tele -
María – eso es sano -
Yo – si yo a los setenta también voy a mirar potros -
María – mirar... porque a esa edad otra cosa no te queda -
Yo – debe ser raro envejecer -
María – si horrible -
Yo – prefiero vivir vieja y no morir joven -
María – ¡qué frase, loca! -
Yo – me maté -
María – ¿te puedo citar? -
Yo – cuando quieras -
María – en mis memorias – dijo muy solemne
Yo – si en tus memorias – enfaticé yo
María – porque en mis memorias tan sarcásticamente -
Yo – es que yo me olvido de todo -
María – eso es lo bueno de “Las Memorias” decís lo que se te canta -
Yo – así si juego -
María – así juegan todos -
Yo – creo que si, ¿no seremos escépticas?
María – la vida es cruda – dijo en tono rimbombante
Yo – ahora te citaré yo - acoté
María – ¿en tus no-memorias? -
Yo – en esas mismas, las que inventaré -
María – como estrella de cine -
Yo – como príncipe heredero -
María – como jugador de tenis -
Yo – como pintor célebre -
María – como banquero ingles -
Yo – como astronauta yankee -
María – como puta fina -
Yo – como todos los narcisistas -
María – ya decía yo que eras un poco narcisista -
Yo – que te recontra -
María – boba -
Yo – ¡pisemos hojas secas!
María – ¡vamos!
Nos abrazamos y salimos al jardín.
Jamás se supo a ciencia cierta en donde estuvo la mamá de María, tampoco que fue lo que le paso o como murió... pero estamos seguros que murió.
Ahora esperamos que Estados Unidos abra sus archivos secretos sobre la Dictadura, como lo acaba de hacer con Chile.
Igual no creo que sirva de mucho.
Ese día, recuerdo, que saltamos como nunca sobre las hojas secas y riéndonos a carcajadas terminamos tiradas en los sillones de la galería. Hacía un frío de cagarse y nosotras chivando como locas.
Pienso que reírse con una amiga es la mejor de todas las catarsis.
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A los hijos de los desaparecidos a causa de la Dictadura Militar de 1974 a 1983 en la Argentina.
Graciela Mariani
Vicente López 2000
María – decime algo -
Yo – algo -
María – no, algo como... diferente -
Yo – diferente -
María – no seas tonta -
Yo – ya sabes que soy tonta -
María – estúpida -
Yo – tarupida -
María – mequetrefa -
Yo – triglicefida -
María – bensodiacepina -
Yo – otorrinolarringólogo -
María – ornitorrinco -
Yo – ja, ja, habeas corpus -
María – ipso facto -
Yo – ad hoc -
María – vademécum -
Yo – animus domine -
María – amen -
Yo – no era para tanto -
María – creí que era la misa en latín -
Yo – o un programa de Menéndez con Monseñor Tirreno -
María – muy erudito -
Yo – de pito cortito -
María – me muero – riéndose – llueven enanitos... -
Yo – verdes o azules -
María – verdes los azules son Pitufos -
Yo – llueven Pitufos -
María – no, los Pitufos no llueven, crecen como hongos -
Yo – mas allá del bien y del mal -
María – mas allá de las siete colinas -
Yo – mas allá de los siete ríos -
María – mas allá de todo, oh, mas allá de todo... -
Yo – oh, abandonado... -
María – tan solo como el muelle en la laguna -
Yo – oh, abandonado -
Silencio
Yo – debe ser horrible morir como Alfonsina, ¿no? -
María – era Neruda -
Yo – ya sé pero la imagen me recordó a Alfonsina caminando hacia el mar, debía sentirse tan sola, tan abandonada, ¿no? -
María – supongo, es horrible ser tan genial y no poder disfrutarlo -
Yo – si, los genios son tristes -
María – tal vez, no quiero ser un genio -
Yo – no te preocupes que no sos un genio -
María – ah, gracias -
Yo – dígame licenciado -
María – licenciado -
Yo – gracias, muchas gracias -
María – en casa de herrero cuchillo de carnicero -
Yo – ja, en mi casa, yo -
María - ¿si? mirá que joda -
Yo – esas eran las de antes -
María – todo tiempo pasado fue mejor -
Yo – odas a la muerte de mi padre -
María – ¿de tu padre? -
Yo – no de su padre -
María – de quien ¿el padre? -
Yo – Manrique -
María – al que votaba mi abuela -
Yo – el abuelo de ese -
María – tal vez el tatarabuelo -
Yo – a la tía del tatara-tatarabuelo –
María – seguro, la que tenía bigote - y mirándome fijo dijo – ¡ella fue! -
Yo – que cosa –
María – la culpable de la muerte de María Antonieta -
Yo – no esa era la república -
María – mas bien la revolución, la república fue una farsa -
Yo – como los cagaron, ¿no? -
María - ¿a los reyes? -
Yo – si a los reyes magos -
María – belén, belén -
Yo – al pueblo -
María –que pueblo -
Yo – el francés -
María – si los re-cagaron -
Yo – como a nosotros -
María – si, también a nosotros nos cagaron... – dijo pensativa
Yo – ¿pensas en tu mama? -
María – si, ahora ya no creo que este viva -
Yo – que cagada, pero no lo creo posible -
María – sabías que la vieron en La Perla -
Yo – ¿cuando era chica en Mar del Plata? –
María – ¡ja! veraneando. En el Campo de Concentración La Perla, boluda -
Yo – ya sé, quise ponerle un poco de humor y me salió p’al culo -
María – alguien se lo contó a mi abuela -
Yo – quien, ¿sabés? -
María –no sé, uno que se apareció en la Sede -
Yo – ¿pero es de confiar? –
María – sabés que ellas los investigan hasta los huesos -
Yo – si, me imagino, debe haber cada loco -
María – bueno este era medio loco, pero por la tortura, eso dijo la abuela -
Yo – pobre tipo ¿cómo anda Abi? -
María – un poco mejor, tratando de hacerse a la idea aún, yo creo que esperaba encontrarla con vida -
Yo – ¿vos te acordas de ella? -
María – muy poco..., no se, creo que no -
Yo – que joda -
María – no sé, para mí la tía Ali es mi mamá, y la amo -
Yo – debe ser raro tener dos madres -
María – no sé, ella nunca se casó para cuidarme, para mí tuve una sola... -
Yo – que garrón -
María – supongo -
Yo – también fue una forma de mantener cerca a su hermana -
María – eso creo ¡pero a mí me ama igual! -
Yo – que dulce -
María – si, yo la quiero mucho -
Yo – si yo también la quiero mucho, ¿te acordas cuando nos hacia torrejas? -
María – si, ¡que empalagosas! -
Yo – eran buenísimas -
María – y empalagosas -
Yo – si, la cuarta era empalagosa -
María – ¡gorda! ¿te llegabas a comer cuatro? -
Yo – no creo, eran demasiado empalagosas -
María – si, empalagosísimas -
Yo – que asco, ¡quiero torrejas!
María – ¡hagámoslas! -
Yo – mucho lío -
María – si, mucho lío -
Yo – ¿otro bombón? -
María – dale, uno de licor -
Yo – no uno de marroc -
María – dátiles, eso quiero, dátiles -
Yo – vamos a la cocina, seguro que hay alguna lata en la despensa -
María – vamos -
Yo – adoro los dátiles -
María – yo también -
Yo – que bueno -
María - ¿de veras creés que Dios existe? -
Yo – claro -
María - ¿vamos a misa de siete? -
Yo – ¿habrá misa de siete aquí? -
María – supongo -
Yo – y bueno, vamos -
María – quiero romper algo -
Yo – ¿ahora? -
María – si, ¡ya! -
Yo –vamos al jardín a romper ramas secas -
María – ¡y hojas, hagamos catarsis! -
Yo – te quiero Mery -
María – yo también, Lú -
Puse una gran sonrisa
María – una gran catarsis ¡matemos las hojas secas! -
Yo – ¡reventemos babosas!
María – eso no es catarsis, es estupidez -
Yo – puede ser, pero es sano para el jardín -
María - ¿cómo vas a reventar babosas? se les pone veneno -
Yo – ¿y caracoles? esos hacen crac -
María – me dan pena los caracoles -
Yo – pero se comen las plantas -
María – y los franceses a ellos -
Yo – ¿los de la revolución? -
María – esos y los de ahora también -
Yo – que asco –
María – a mi me gustan -
Yo – no me extraña, sos un poco babosa -
María – ¡tu abuela! -
Yo – ella también -
María – ¡qué mala! -
Yo – no es joda, no sabes como mira a los potros por tele -
María – eso es sano -
Yo – si yo a los setenta también voy a mirar potros -
María – mirar... porque a esa edad otra cosa no te queda -
Yo – debe ser raro envejecer -
María – si horrible -
Yo – prefiero vivir vieja y no morir joven -
María – ¡qué frase, loca! -
Yo – me maté -
María – ¿te puedo citar? -
Yo – cuando quieras -
María – en mis memorias – dijo muy solemne
Yo – si en tus memorias – enfaticé yo
María – porque en mis memorias tan sarcásticamente -
Yo – es que yo me olvido de todo -
María – eso es lo bueno de “Las Memorias” decís lo que se te canta -
Yo – así si juego -
María – así juegan todos -
Yo – creo que si, ¿no seremos escépticas?
María – la vida es cruda – dijo en tono rimbombante
Yo – ahora te citaré yo - acoté
María – ¿en tus no-memorias? -
Yo – en esas mismas, las que inventaré -
María – como estrella de cine -
Yo – como príncipe heredero -
María – como jugador de tenis -
Yo – como pintor célebre -
María – como banquero ingles -
Yo – como astronauta yankee -
María – como puta fina -
Yo – como todos los narcisistas -
María – ya decía yo que eras un poco narcisista -
Yo – que te recontra -
María – boba -
Yo – ¡pisemos hojas secas!
María – ¡vamos!
Nos abrazamos y salimos al jardín.
Jamás se supo a ciencia cierta en donde estuvo la mamá de María, tampoco que fue lo que le paso o como murió... pero estamos seguros que murió.
Ahora esperamos que Estados Unidos abra sus archivos secretos sobre la Dictadura, como lo acaba de hacer con Chile.
Igual no creo que sirva de mucho.
Ese día, recuerdo, que saltamos como nunca sobre las hojas secas y riéndonos a carcajadas terminamos tiradas en los sillones de la galería. Hacía un frío de cagarse y nosotras chivando como locas.
Pienso que reírse con una amiga es la mejor de todas las catarsis.
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A los hijos de los desaparecidos a causa de la Dictadura Militar de 1974 a 1983 en la Argentina.
Graciela Mariani
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